¿Solamente dos?

This page is also available in: English

Escrito por Ángel Manuel Rodríguez

¿Por qué algunos creen que Dios creó originalmente más de una pareja en el Edén?

Los seres humanos pueden ofrecer evidencias de cualquier cosa que quieran creer. De allí la necesidad de establecer un fundamento para definir y determinar qué es la verdad. Las ideas tienen historia, y conocerlas nos puede ayudar a entender por qué la gente las adoptó, y los resultados de ello.

1. Origen de la poligénesis. Esta palabra implica que en el principio, Dios creó varias parejas. Lo opuesto es la monogénesis que se refiere a la creación de una pareja. La monogénesis fue la enseñanza cristiana hasta el siglo XVII, cuando algunos comenzaron a enseñar que hubo diferentes creaciones divinas de los seres humanos. Fue básicamente un intento de explicar la existencia de las razas. En otras palabras, las diferencias entre las razas eran tan marcadas que se creyó que resultaban de la poligénesis (Dios creó diferentes parejas).

Sin embargo, las ideas no son estáticas. Esta idea fue usada más tarde para justificar el racismo, y aun la esclavitud y la segregación. En el cristianismo, la monogénesis fue usada teológicamente para apoyar el dogma del pecado original: el pecado era universal, y era transmitido por la procreación de una pareja original a todos los humanos. Bajo la influencia de la evolución natural, el catolicismo ya no usó el monogenismo para apoyar el dogma del pecado original.

2. Otros argumentos. Algunos han tratado de usar argumentos bíblicos para promover la poligénesis. Se afirma que cuando Dios creó los peces, los animales y las aves, creó no solo una pareja de cada uno, sino un número significativo de ellos. Y que podría haber hecho lo mismo con los seres humanos. Hasta se ha sugerido que la palabra hebrea adam significa «humanidad», no necesariamente uno o dos seres humanos, y que implica que en el comienzo Dios creó a muchos humanos.

Se ha sugerido también que la creación de más de una pareja puede explicar muy bien el origen de la esposa de Caín. Según esta teoría, ella nació de una de las otras parejas que Dios creó y colocó en un lugar diferente de la tierra. Algunos de los mitos del Antiguo Cercano Oriente sostienen que los dioses crearon un conjunto de seres humanos. Según uno de los mitos babilónicos, los humanos fueron creados para ocupar el lugar de las deidades menores, que hacían las tareas serviles de las deidades mayores. Esto requirió obviamente la creación de muchos humanos, o una creación colectiva.

3. Evidencias bíblicas. El relato bíblico se destaca por presentar la creación de los humanos en el principio, como la de un hombre y una mujer: una sola pareja. Hasta donde se sabe, las fuentes del Antiguo Cercano Oriente no incluyen una narración sobre la creación de la mujer. El hecho de la unidad de Génesis 1 y 2 indica que no se presentan dos relatos diferentes de la creación humana, sino el mismo acto divino. Génesis 1 expresa de manera concisa que Dios creó a los humanos como pareja (varón y hembra), y Génesis 2 brinda los detalles de su creación.

Eva no fue una ocurrencia tardía, sino una expresión de la intención divina original de crearlos a su imagen. El texto bíblico es sumamente claro: Eva llegó a ser «la madre de todos los vivientes» (Gén. 3:20). Pablo declaró: «De una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra» (Hech. 17:26). Caín se casó obviamente con una de sus parientas, de los muchos hijos e hijas que tuvieron Adán y Eva (Gén. 5:4).

Debería permitirse que mediante el Espíritu Santo, la enseñanza bíblica traspase el corazón humano lleno de orgullo y arrogancia, y grite a nuestra conciencia: ¡Todos pertenecemos a una sola raza! No hay lugar para una gradación del valor de los seres humanos. Acaso ninguna otra generación ha experimentado como la nuestra los horrores a los que llevó una gradación de las razas. A la luz de la cruz de Cristo, en la iglesia –la comunidad global de fe que congrega cada nación, tribu y pueblo– debería manifestarse claramente ese milagro de la gracia.