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Escrito por Ángel Manuel Rodríguez
¿Cuál es el descanso mencionado en Hebreos 4:1 al 11, y cómo se relaciona con el sábado?
Hebreos 4:1 al 11 ha sido utilizado, por un lado, para apoyar el hecho de que los cristianos deben observar el mandamiento del sábado; y, por el otro, como evidencia del rechazo de una obediencia literal al cuarto mandamiento. Otros han concluido que el texto no se refiere ni a la observancia ni al rechazo del mandamiento. Estas posiciones contrapuestas muestran que el significado del texto no es tan obvio.
1. Propósito del texto. Hebreos 3:7 al 4:11 enfatiza la necesidad de perseverancia y fidelidad en la comunidad cristiana. La discusión acerca del descanso de Dios está subordinado a este objetivo más específico y es utilizado para motivar la fidelidad de los creyentes. Esta es la razón de por qué no aparece una discusión detallada acerca de la naturaleza del descanso que Dios ofreció a su pueblo en el pasado, pero que aún está disponible «hoy». Esto también clarifica el hincapié que se encuentra a lo largo de Hebreos 4 acerca del problema de la incredulidad, la desobediencia y la necesidad de diligencia en la vida cristiana. El texto no es una exposición teológica del cumplimiento tipológico del sábado, de la naturaleza del sábado o del descanso escatológico. Simplemente, es una exhortación a la fidelidad.
2. El descanso de Dios. El Antiguo Testamento contiene una teología del descanso de Dios, además de la teología del sábado, que está relacionada con la promesa divina de descanso para su pueblo en la Tierra y para su propio descanso en el templo. Salmo 95:11 demuestra que la promesa del descanso de Dios que se encuentra en el Antiguo Testamento no fue cumplida por causa de la incredulidad de su pueblo. Por lo tanto, Hebreos no identifica el «descanso» con la entrada en la tierra de Canaán. Consecuentemente, el descanso aún no se ha cumplido (Heb. 4:1, 9) y se exhorta a los creyentes a hacer cualquier esfuerzo para entrar en este descanso (vers. 11). Sin embargo, el descanso también parece ser una experiencia presente (vers. 3). Aunque el descanso no está claramente definido en el texto, probablemente designe la bendición de la salvación que gozamos ahora, mientras esperamos su consumación.
3. El papel del sábado en el texto. Hebreos no equipara el descanso del sábado con el descanso escatológico. Declara que el descanso escatológico de Dios, como el sábado, ha estado disponible desde que finalizó su obra de la creación. El descanso del sábado también ilustra la naturaleza del descanso que todavía está disponible como una cesación de las obras propias. Hebreos 4:10 utiliza el sábado de Génesis 2:2 como un modelo para su entendimiento del descanso escatológico. El gozo tanto del descanso escatológico como el del sabático requiere el cese de las obras. Las obras a las que Hebreos se refiere no son identificadas específicamente, pero contextualmente podría sugerirse que no son las obras de la Ley. La discusión paulina de la justificación por la fe en contraposición a las obras de la Ley es ajena al argumento de Hebreos. Podría sugerirse que las obras mencionadas son las obras de rebelión e infidelidad (Heb. 4:6).
4. Un descanso permanece. El descanso que permanece (sabbatismós, «observancia sabática, descanso sabático» [vers. 9]) es el descanso que no fue cumplido en el Antiguo Testamento (katápausis, «descanso, lugar de descanso» [vers. 1, 6]). Pero la palabra sabbatismós (descanso sabático) hace su propia contribución a la discusión en la medida en que define claramente el descanso escatológico (katápausis) como el descanso de Dios. Es decir, el sábado ilustra la naturaleza del descanso escatológico. Esto sugiere que, para el autor de Hebreos, la teología del sábado era tan significativa que la utilizó para interpretar el descanso escatológico de Dios. El contexto no apoya la sugerencia de que el mandamiento del sábado ha sido cumplido en el descanso de la salvación que Cristo ofreció, y que por lo tanto los cristianos ya no deben obedecerlo.
El ofrecimiento del descanso sabático en el Antiguo Testamento no dejaba de lado la observancia literal del mandamiento del sábado (Isa. 56; 66:23); de la misma manera, el descanso escatológico es como el sábado, pero no lo reemplaza. Es más, entrar en el descanso de Dios de Hebreos 4 no significa que el sábado sea reemplazado. Entrar en el descanso de Dios requiere solamente perseverancia y fidelidad, el cese de nuestras obras, no el rechazo de la obediencia al mandamiento del sábado. No existe algo en el texto concerniente a una nueva clase de observancia sabática que reemplace la observancia literal del cuarto mandamiento.