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Escrito por Ángel Manuel Rodríguez
¿Quién es el Elías que se menciona en Malaquías 4:5?
Como parte de la respuesta a su pregunta, comentaré sobre el contexto del pasaje, examinaré cómo se interpreta en los Evangelios en referencia a Cristo, y analizaré qué cumplimiento podría tener en los últimos días.
1. Consideraciones contextuales: Malaquías 4 comienza con un anuncio del juicio divino y sus efectos sobre la suerte de los malvados (exterminación total) y los que reverencian/temen al Señor (victoria, salvación y gozo [vers. 1-3]). A esto le sigue un llamado a recordar [es decir, guardar] la ley que Dios dio a Israel en el Sinaí (vers. 4). En ese contexto, se anuncia y se fecha la venida de Elías (vers. 5): Vendrá antes del «día de Jehová, grande y terrible» (vers. 5; 1-3; Joel 2:31). La misión del profeta será la de hacer volver «el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres» (vers. 6). Puede leerse el texto literalmente, pero el contexto sugiere la necesidad de que la nueva generación tenía que ser fiel a la ley y al pacto de Dios como lo fueron los antepasados fieles. En otras palabras, Elías debía preparar al pueblo de Dios para la venida del Señor, llamándolos a regresar a la fe de sus padres.
2. Interpretación cristológica: El reino de Dios interrumpió con fuerza la historia humana en la persona y el ministerio de Cristo. Él fue el Mesías. Los judíos afirmaban que no podía ser el Mesías porque Elías aún no había venido (Mat. 17:10). Al afirmar que él era el Mesías, Jesús respondió que Elías ya había venido en el ministerio de Juan el Bautista (vers. 11-13). Juan negó ser el Elías encarnado (Juan 1:21), si bien vino «lleno del Espíritu Santo» (Luc. 1:15), y «el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y de los rebeldes a la prudencia de los justos» (vers. 17). Mediante su ministerio, Juan haría que «muchos de Israel se [convirtieran] al Señor» (vers. 16), para así «preparar al Señor un pueblo bien dispuesto» (vers. 17). Su tarea profética era preparar el camino del Señor (Mat. 3:3).
3. Interpretación para el tiempo del fin: El cumplimiento parcial de la profecía de Malaquías en el ministerio de Juan el Bautista hallará su cumplimiento final antes de la segunda venida de Cristo. Una breve mirada al libro de Apocalipsis señala, en primer lugar, la venida de un falso Elías que hará «descender fuego del cielo» (Apoc. 13:13; 1 Rey. 18:36-38) para reunir a los reyes de la tierra en preparación para «la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso» (Apoc. 16:14). En segundo lugar, ese falso Elías no es un individuo sino un movimiento apóstata que afirma tener el espíritu de Elías, cuando en realidad, lleva a cabo milagros engañosos gracias al poder de los espíritus demoníacos (Apoc. 16:13, 14). En tercer lugar, la obra de un falso Elías señala la misión del tiempo del fin del verdadero Elías, según se resume en los mensajes de los tres ángeles (Apoc. 14:6-12). Se refiere a un movimiento levantado por Dios para invitar a su pueblo a salir de Babilonia (Apoc. 18:4). Este movimiento es llamado el remanente del tiempo del fin (Apoc. 12:17), y son seguidores fieles del Cordero (Apoc. 17:14). En cuarto lugar, su mensaje, de conformidad con el mensaje de Malaquías, anuncia el juicio de Dios que traerá salvación mediante el evangelio eterno a aquellos que temen a Dios (Apoc. 14:7), y la destrucción de los malvados (vers. 10, 11). Los que temen al Señor obedecen/guardan los mandamientos de Dios (vers. 12). Restauran la fe de sus padres apostólicos según lo registra el Nuevo Testamento, llamando al pueblo de Dios para que regrese a él. En quinto lugar, están, al igual que Elías y Juan el Bautista, llenos del poder del Espíritu. Escuchan lo que el Espíritu dijo a las iglesias (Apoc. 3:14-22) y, con el poder que les da el ángel de Apocalipsis 18:1, iluminarán la tierra con la gloria de Dios en un último intento de preparar el mundo para la venida del Señor. Reciben el derramamiento del Espíritu del Señor, anunciado en Joel 2:28, 29, y eso se producirá «antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible» (Joel 2:31).
Deberíamos hacer nuestra la obra de Elías.